Cómo las Arritmias Cardíacas Silenciosas Afectan tu Vida y Cuándo Preocuparse

El corazón humano es una maravilla de la ingeniería biológica, un director de orquesta infatigable que bombea sangre a cada rincón de nuestro cuerpo, manteniendo la sinfonía de la vida. Su ritmo, una secuencia precisa de contracciones y relajaciones, suele ser tan regular y confiable que rara vez pensamos en él, a menos que algo falle. Pero, ¿qué sucede cuando este director de orquesta silencioso empieza a desafinar, sin que la orquesta (o tú) lo perciba?

Aquí es donde entran en juego las arritmias cardíacas silenciosas. Contrario a la imagen popular de un corazón que late de forma caótica y evidente, muchas alteraciones del ritmo cardíaco no presentan síntomas obvios o son tan sutiles que se confunden con el estrés o la fatiga. Sin embargo, estas variaciones «invisibles» pueden ser más que una simple curiosidad; pueden ser el preludio de problemas de salud graves, como accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca o, en casos extremos, muerte súbita.

Este artículo tiene como objetivo desvelar el misterio de estas arritmias ocultas, explicando qué son, cómo detectarlas, quiénes están en riesgo y, lo más importante, cuándo esa sutil señal o ese «no sentir nada» debería motivarte a buscar atención médica. A través de este análisis, Wisemed Guatemala busca empoderar a sus lectores con conocimiento vital para proteger su salud cardiovascular y vivir una vida más plena.

¿Qué son las Arritmias Cardíacas y Por Qué Importan?

En su esencia, una arritmia cardíaca es cualquier irregularidad en la frecuencia o el ritmo de los latidos del corazón. Para entenderlo, imaginemos el corazón como una bomba de dos etapas: las aurículas (cámaras superiores) y los ventrículos (cámaras inferiores). Este bombeo está finamente orquestado por un sistema eléctrico interno. El «marcapasos natural» del corazón, el nódulo sinoauricular, situado en la aurícula derecha, genera impulsos eléctricos que se propagan de manera organizada. Primero, las aurículas se contraen para empujar la sangre hacia los ventrículos. Luego, el impulso llega al nódulo auriculoventricular y, a través de las fibras de Purkinje, se distribuye rápidamente a los ventrículos, haciendo que se contraigan para bombear sangre al resto del cuerpo (el ventrículo izquierdo hacia la aorta y el cuerpo, el ventrículo derecho hacia la arteria pulmonar y los pulmones).

Cuando este sistema eléctrico se ve alterado, ya sea por problemas en la generación del impulso (el nódulo sinoauricular funciona mal), en su conducción (bloqueos en el camino eléctrico) o por la aparición de impulsos anormales desde otras partes del corazón, el corazón puede latir demasiado rápido (taquicardia), demasiado lento (bradicardia) o de forma irregular.

Las arritmias importan porque un ritmo cardíaco ineficaz compromete la capacidad del corazón para bombear sangre de manera adecuada. Si el corazón late demasiado rápido, es posible que no tenga suficiente tiempo para llenarse completamente de sangre entre latidos, reduciendo el volumen que puede expulsar en cada contracción. Si late demasiado lento, puede que no bombee suficiente sangre para satisfacer las necesidades metabólicas del cuerpo, especialmente durante el esfuerzo. Ambas situaciones pueden llevar a una disminución del flujo sanguíneo a órganos vitales como el cerebro, los pulmones, los riñones y el propio corazón, con consecuencias potencialmente devastadoras. Además, ciertas arritmias, como la fibrilación auricular, aumentan significativamente el riesgo de formación de coágulos en las aurículas, que pueden desprenderse, viajar por el torrente sanguíneo, alojarse en una arteria cerebral y causar un accidente cerebrovascular (ACV), una de las principales causas de discapacidad y muerte a nivel mundial.

El Espectro de las Arritmias Silenciosas: Tipos y Características

Aunque existen numerosos tipos de arritmias, algunas son especialmente conocidas por su capacidad de pasar desapercibidas. Comprender sus características es clave para identificar sus riesgos.

Fibrilación Auricular (FA) Asintomática

¿Qué es? La FA es la arritmia sostenida más común, afectando a millones de personas en todo el mundo, y su prevalencia aumenta exponencialmente con la edad. Se caracteriza por un latido cardíaco rápido (a menudo 100-175 latidos por minuto) e irregular que se origina en las aurículas. En la FA, los impulsos eléctricos que deberían ser ordenados y rítmicos se vuelven caóticos y desorganizados, haciendo que las aurículas no se contraigan de forma eficaz, sino que más bien «tiemblen» o «fibrilen». Esta contracción ineficiente provoca una acumulación parcial de sangre en las aurículas, lo que favorece la formación de coágulos.

Silenciosa: Se estima que hasta un tercio de los pacientes con FA no experimentan síntomas obvios, o sus síntomas son tan leves e inespecíficos (como una ligera fatiga, sensación de debilidad, falta de aliento inespecífica al esfuerzo, o una sensación de «no estar bien») que no los asocian con un problema cardíaco. Pueden atribuirlos al envejecimiento, el estrés o la falta de ejercicio.

Importancia: La FA asintomática es particularmente peligrosa porque, a pesar de la ausencia de síntomas perceptibles por el paciente, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular tromboembólico es el mismo que en la FA sintomática. De hecho, la FA es la causa subyacente de aproximadamente el 15-20% de todos los accidentes cerebrovasculares isquémicos, y los ACV causados por FA tienden a ser más graves. La detección temprana es crucial para iniciar un tratamiento anticoagulante y reducir este riesgo. Además del ACV, la FA puede llevar a una insuficiencia cardíaca si no se controla adecuadamente el ritmo y la frecuencia cardíaca a largo plazo.

Factores de Riesgo: Edad avanzada, hipertensión arterial crónica, diabetes mellitus, obesidad, enfermedades cardíacas preexistentes (como enfermedad de las arterias coronarias, insuficiencia cardíaca, enfermedad valvular), enfermedad renal crónica, apnea obstructiva del sueño, consumo excesivo y crónico de alcohol, hipertiroidismo y antecedentes familiares de FA.

Taquicardias Ventriculares (TV) No Sostenidas Asintomáticas

¿Qué es? Las TV no sostenidas son episodios cortos de latidos rápidos (más de 100 latidos por minuto) que se originan en los ventrículos (las cámaras inferiores del corazón). Se definen como «no sostenidas» porque duran menos de 30 segundos y se resuelven espontáneamente sin intervención. Pueden ser ráfagas de solo tres a cinco latidos rápidos o durar varios segundos.

Silenciosa: En la mayoría de los casos, los pacientes no sienten nada durante estos episodios. Si acaso, algunos pueden percibir una ligera palpitación, un «salto» en el pecho o una sensación fugaz de mareo, pero a menudo son completamente asintomáticas.

Importancia: Aunque las TV no sostenidas en individuos con corazones estructuralmente normales (es decir, sin enfermedad cardíaca subyacente detectable) suelen ser benignas y no requieren tratamiento específico, su presencia en pacientes con enfermedades cardíacas subyacentes es una señal de alarma. En individuos con enfermedad coronaria previa (infarto), miocardiopatías (enfermedades del músculo cardíaco como la miocardiopatía dilatada o hipertrófica), insuficiencia cardíaca o canales iónicos cardíacos anómalos (canalopatías), las TV no sostenidas pueden ser un marcador de riesgo elevado para el desarrollo de TV sostenida o, lo que es más grave, fibrilación ventricular. Estas últimas son arritmias potencialmente mortales que pueden llevar a la muerte súbita cardíaca si no se tratan de inmediato. Por lo tanto, la detección de TV no sostenidas requiere una evaluación exhaustiva para descartar enfermedad cardíaca estructural.

Bradicardias Asintomáticas

¿Qué es? Una bradicardia se define como un ritmo cardíaco persistentemente lento, generalmente menos de 60 latidos por minuto, en un adulto. Puede deberse a un funcionamiento deficiente del nódulo sinoauricular (disfunción sinusal) o a un bloqueo en la conducción del impulso eléctrico entre las aurículas y los ventrículos (bloqueo auriculoventricular).

Silenciosa: Algunas personas, especialmente atletas de alto rendimiento o individuos con un excelente estado físico cardiovascular, pueden tener una bradicardia fisiológica (su corazón es tan eficiente que no necesita latir tan rápido) y ser completamente asintomáticas. Sin embargo, en otros casos, una bradicardia patológica puede no causar síntomas obvios en reposo. Los síntomas pueden aparecer solo cuando el cuerpo está bajo estrés (ejercicio, infección, estrés emocional) y el corazón no puede acelerar su ritmo para satisfacer la demanda de oxígeno.

Importancia: Una bradicardia significativa y patológica puede llevar a síntomas como fatiga crónica, mareos, pre-síncopes (sensación de desmayo inminente), síncopes (desmayos completos) y, en casos severos, a una insuficiencia cardíaca o incluso a un paro cardíaco si el corazón se ralentiza demasiado y compromete gravemente el flujo sanguíneo a órganos vitales. Es crucial diferenciar entre una bradicardia benigna y una que requiere intervención, como la implantación de un marcapasos. Ciertas medicaciones (como betabloqueantes o calcioantagonistas) también pueden inducir bradicardia.

Extrasístoles (Contracciones Prematuras) Auriculares o Ventriculares Asintomáticas

¿Qué es? Las extrasístoles son latidos cardíacos adicionales o «saltados» que se originan antes de tiempo, interrumpiendo el ritmo cardíaco normal. Pueden originarse en las aurículas (extrasístoles auriculares o supraventriculares, ESA) o en los ventrículos (extrasístoles ventriculares, ESV). Son extremadamente comunes, y la mayoría de las personas las experimentan en algún momento de su vida.

Silenciosa: Si bien muchas personas sienten las extrasístoles como una palpitación, un «vuelco» en el pecho, una «pausa» o un «golpe fuerte» (el latido compensatorio que sigue a la extrasístole), una gran proporción de individuos las tiene de forma recurrente y son completamente asintomáticos. Las detectan solo durante un chequeo médico rutinario o un monitoreo por otra razón.

Importancia: En la mayoría de los casos, las extrasístoles aisladas y asintomáticas en un corazón sano son benignas y no requieren tratamiento. Sin embargo, si son muy frecuentes (por ejemplo, más del 10-15% del total de latidos en 24 horas, especialmente las ESV) o si se presentan en un paciente con enfermedad cardíaca estructural (como disfunción ventricular, infarto previo o miocardiopatía), pueden ser un indicador de riesgo. La presencia de muchas extrasístoles, particularmente las ESV, puede, en algunos casos, conducir con el tiempo a una miocardiopatía inducida por extrasístoles (un debilitamiento del músculo cardíaco), especialmente si el origen es de un sitio específico. Por ello, si se detectan extrasístoles frecuentes, se recomienda una evaluación para descartar problemas subyacentes.

Factores de Riesgo que Contribuyen a las Arritmias Silenciosas

Entender los factores de riesgo es fundamental para la prevención y la detección temprana. Muchos de ellos son compartidos con otras enfermedades cardiovasculares.

Edad Avanzada: Con el envejecimiento, el sistema de conducción eléctrica del corazón puede sufrir degeneración y fibrosis, aumentando la probabilidad de arritmias.

Enfermedad Cardíaca Estructural Preexistente: Incluye condiciones como la enfermedad de las arterias coronarias (infarto previo, isquemia), insuficiencia cardíaca (corazón agrandado o débil), enfermedad valvular cardíaca (válvulas que no funcionan correctamente), y miocardiopatías (enfermedades del músculo cardíaco). Estas condiciones alteran la estructura del corazón, creando «cicatrices» o vías eléctricas anómalas que pueden iniciar o perpetuar arritmias.

Hipertensión Arterial (Presión Alta): La presión arterial alta no controlada durante años puede estirar y engrosar las paredes de las aurículas y ventrículos, especialmente el ventrículo izquierdo, lo que puede predisponer a la FA y otras arritmias.

Diabetes Mellitus: Los niveles elevados de glucosa en sangre a largo plazo pueden dañar los vasos sanguíneos y los nervios que irrigan y controlan el corazón, aumentando el riesgo de diversas arritmias.

Obesidad y Síndrome Metabólico: Estos se asocian con inflamación sistémica, cambios estructurales en el corazón y mayor riesgo de apnea del sueño, todos ellos factores que predisponen a las arritmias, especialmente la FA.

Apnea Obstructiva del Sueño (AOS): Interrupciones repetidas de la respiración durante el sueño provocan fluctuaciones en los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, así como picos de presión arterial. Estas condiciones estresan el corazón y pueden desencadenar o agravar arritmias, en particular la FA y las bradicardias nocturnas.

Desequilibrios Electrolíticos: Niveles anormales de potasio, sodio, calcio o magnesio en la sangre pueden alterar la actividad eléctrica de las células cardíacas. Esto puede ocurrir debido a deshidratación, ciertas enfermedades renales o el uso de diuréticos.

Hipertiroidismo: Una glándula tiroides hiperactiva (hipertiroidismo) produce un exceso de hormonas tiroideas, lo que acelera el metabolismo del cuerpo y puede sobreestimular el corazón, provocando taquicardias y FA.

Consumo Excesivo de Alcohol y Cafeína: El alcohol, especialmente en grandes cantidades o en episodios de consumo excesivo («corazón de vacaciones»), puede desencadenar arritmias. La cafeína puede aumentar la excitabilidad cardíaca en individuos sensibles, aunque su papel en arritmias graves es menos claro.

Estrés Emocional y Ansiedad: Aunque no causan arritmias estructurales, el estrés y la ansiedad pueden exacerbar arritmias preexistentes o hacer que las personas sean más conscientes de latidos que de otro modo pasarían desapercibidos.

Ciertos Medicamentos: Algunos fármacos, como descongestionantes, antidepresivos, antihistamínicos o incluso algunos medicamentos para el resfriado, pueden tener efectos secundarios que influyen en el ritmo cardíaco.

Genética: Si hay antecedentes familiares de arritmias o muerte súbita, el riesgo personal puede ser mayor.

Diagnóstico de las Arritmias Silenciosas: Escuchando lo Que No Se Siente

Detectar una arritmia que no produce síntomas obvios es un desafío. Requiere una combinación de vigilancia, conocimiento de los factores de riesgo y el uso de herramientas diagnósticas específicas. En Wisemed Guatemala, nuestros especialistas utilizan una serie de métodos:

Electrocardiograma (ECG o EKG) de 12 derivaciones en reposo: Es la prueba más básica y fundamental. Registra la actividad eléctrica del corazón durante unos segundos. Es muy útil si la arritmia está presente en el momento del examen, pero a menudo las arritmias silenciosas son paroxísticas (vienen y van) y no se capturan en un ECG de rutina. Sin embargo, puede dar pistas sobre problemas estructurales o alteraciones que predisponen a arritmias.

Monitoreo Holter: Esta es una herramienta crucial para las arritmias silenciosas. El paciente lleva un dispositivo portátil que registra continuamente la actividad eléctrica del corazón durante 24, 48 o incluso 72 horas mientras realiza sus actividades diarias normales. Permite captar arritmias intermitentes o asintomáticas que no se manifestaron durante un ECG breve.

Monitor de Eventos (Loop Recorder Externo): Similar al Holter, pero se lleva por períodos más largos (semanas o meses). El paciente activa la grabación cuando siente un síntoma (si ocurre) o cuando nota algo inusual. Algunos dispositivos modernos pueden configurarse para registrar automáticamente ciertos eventos arrítmicos.

Monitor Cardíaco Implantable (ICM o Loop Recorder Implantable): Para arritmias muy infrecuentes que son difíciles de captar con monitores externos, se puede implantar un pequeño dispositivo debajo de la piel del pecho. Este monitor puede registrar el ritmo cardíaco de forma continua durante varios años y es especialmente útil para detectar fibrilación auricular paroxística asintomática o bradicardias poco frecuentes que causan síncopes.

Pruebas de Esfuerzo (Ergometría): En algunos casos, ciertas arritmias solo se manifiestan o se agravan bajo estrés físico. Una prueba de esfuerzo en cinta rodante o bicicleta estática, mientras se monitorea el ECG, puede ayudar a detectarlas.

Ecocardiograma: Aunque no diagnostica directamente las arritmias, esta ecografía del corazón evalúa la estructura y función cardíaca (tamaño de las cámaras, función de las válvulas, fuerza de bombeo). Es vital para identificar enfermedades cardíacas estructurales subyacentes que predisponen a arritmias y que a menudo requieren un manejo específico.

Estudios Electrofisiológicos (EEF): Estos son procedimientos invasivos donde se insertan catéteres con electrodos en el corazón para mapear su sistema eléctrico. Se pueden inducir arritmias de forma controlada para identificar su origen y determinar la mejor estrategia de tratamiento. Se reservan para casos complejos o cuando se considera la ablación por catéter.

Dispositivos Personales y Wearables: Cada vez más, los relojes inteligentes y otros dispositivos portátiles con capacidad de ECG de una sola derivación o monitoreo de frecuencia cardíaca están ayudando a las personas a identificar posibles irregularidades en su ritmo cardíaco. Si bien no son diagnósticos definitivos, pueden generar una alerta temprana que motive la consulta médica.

Consecuencias y Complicaciones de las Arritmias Silenciosas No Tratadas

El hecho de que una arritmia sea silenciosa no significa que sea inofensiva. Las consecuencias de no detectar y tratar estas condiciones pueden ser graves y a menudo irreversibles:

Accidente Cerebrovascular (ACV): Esta es, sin duda, la complicación más temida de la fibrilación auricular asintomática. Debido al «temblor» de las aurículas, la sangre puede estancarse y formar coágulos. Si un coágulo se desprende y viaja al cerebro, bloquea el flujo sanguíneo, causando un ACV isquémico. Los ACV relacionados con la FA suelen ser más graves y discapacitantes.

Insuficiencia Cardíaca: Un ritmo cardíaco irregular o persistentemente muy rápido o muy lento puede debilitar el músculo cardíaco con el tiempo, llevando a una miocardiopatía y eventualmente a insuficiencia cardíaca. El corazón pierde su capacidad para bombear sangre eficazmente a todo el cuerpo, lo que provoca síntomas como fatiga extrema, dificultad para respirar e hinchazón.

Muerte Súbita Cardíaca: Aunque menos común, algunas arritmias ventriculares (especialmente la TV o fibrilación ventricular sostenidas en corazones enfermos) pueden llevar a un colapso circulatorio repentino y la muerte si no se interviene de inmediato con desfibrilación. Las TV no sostenidas asintomáticas pueden ser un precursor de este evento.

Deterioro Cognitivo: Estudios recientes sugieren una asociación entre la fibrilación auricular (incluso la asintomática) y un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia, posiblemente debido a microembolismos repetidos o a una perfusión cerebral subóptima.

Disminución de la Calidad de Vida: Aunque la arritmia sea «silenciosa» en términos de síntomas perceptibles, las complicaciones a largo plazo (como un ACV o insuficiencia cardíaca) impactan drásticamente la independencia y la calidad de vida de una persona. El temor a un evento puede generar ansiedad significativa.

Manejo y Tratamiento: Restaurando la Armonía del Corazón

El tratamiento de las arritmias silenciosas se basa en el tipo de arritmia, su causa subyacente, la presencia de enfermedad cardíaca estructural y el riesgo de complicaciones. El objetivo principal es reducir los riesgos asociados (especialmente el de ACV en la FA) y, cuando sea posible, restaurar o controlar el ritmo cardíaco.

Cambios en el Estilo de Vida

Para muchas arritmias, los cambios en el estilo de vida son la primera línea de acción, especialmente si están vinculados a factores de riesgo modificables:

Control de la Hipertensión, Diabetes y Colesterol: Mantener estas condiciones bajo control es fundamental.

Pérdida de Peso: La obesidad es un factor de riesgo significativo para la FA y otras arritmias.

Ejercicio Regular: Contribuye a la salud cardiovascular general, pero se debe discutir el tipo e intensidad con un médico.

Dieta Saludable: Rica en frutas, verduras, granos integrales y baja en grasas saturadas, sal y azúcares.

Moderación o Abstinencia de Alcohol y Cafeína: Reducir o eliminar el consumo puede ayudar a prevenir episodios arrítmicos.

Manejo del Estrés: Técnicas de relajación, yoga, meditación.

Tratamiento de la Apnea del Sueño: El uso de CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) es crucial para quienes sufren de AOS.

Medicamentos

Anticoagulantes (en FA): Para pacientes con FA (sintomática o asintomática) y riesgo de ACV, los anticoagulantes (como warfarina o los anticoagulantes orales directos como rivaroxabán, apixabán, dabigatrán) son esenciales para prevenir la formación de coágulos. Este es un pilar fundamental en la FA silenciosa.

Betabloqueantes, Calcioantagonistas: Pueden usarse para controlar la frecuencia cardíaca (ralentizar un corazón que late muy rápido) o el ritmo cardíaco.

Antiarrítmicos: Fármacos específicos que intentan mantener el ritmo cardíaco normal (ritmo sinusal) o prevenir la recurrencia de arritmias. Su uso se valora cuidadosamente debido a posibles efectos secundarios.

Procedimientos Médicos

Cardioversión Eléctrica: En algunos casos de FA (o taquicardias supraventriculares), se administra una descarga eléctrica controlada para «reiniciar» el corazón y restaurar el ritmo sinusal normal.

Ablación por Catéter: Este procedimiento mínimamente invasivo utiliza energía (radiofrecuencia o crioablación) para destruir o «cicatrizar» el pequeño foco de tejido cardíaco anómalo que está generando o manteniendo la arritmia. Es muy eficaz para ciertos tipos de taquicardias y para la FA.

Implante de Marcapasos: Para bradicardias sintomáticas o asintomáticas que comprometen la salud, se implanta un pequeño dispositivo que genera impulsos eléctricos para mantener un ritmo cardíaco adecuado.

Desfibrilador Cardioversor Implantable (DCI): Para pacientes con alto riesgo de arritmias ventriculares graves y muerte súbita, un DCI es un dispositivo que detecta estas arritmias y administra una descarga eléctrica para restaurar el ritmo normal.

Prevención: Una Inversión en la Salud de tu Corazón

La prevención de las arritmias, incluso las silenciosas, se centra en el control de los factores de riesgo modificables y el mantenimiento de una salud cardiovascular óptima.

Revisiones Médicas Regulares: Especialmente si tienes factores de riesgo, los chequeos periódicos con tu médico permiten identificar y gestionar condiciones como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto antes de que causen daño cardíaco.

Conocimiento de tu Historia Familiar: Si hay antecedentes de arritmias o enfermedades cardíacas en tu familia, compártelo con tu médico.

Adopción de un Estilo de Vida Cardio-Saludable: Es la piedra angular de la prevención. Una dieta equilibrada, ejercicio regular, mantenimiento de un peso saludable, evitar el tabaquismo y limitar el consumo de alcohol son medidas poderosas.

Estar Atento a Señales Sutiles: Aunque el artículo se enfoca en las arritmias silenciosas, cualquier síntoma inusual como fatiga inexplicable, dificultad para respirar al esfuerzo, mareos ocasionales o sensación de «vuelcos» en el pecho, por leves que sean, deben ser mencionados a tu médico. No subestimes las señales de tu cuerpo.

Cuándo Preocuparse y Cuándo Consultar al Médico

La detección de una arritmia asintomática es a menudo incidental, encontrada durante un examen de rutina o un monitoreo por otra razón. Sin embargo, si experimentas alguno de los siguientes, incluso si son leves o intermitentes, es crucial buscar atención médica:

  • Palpitaciones o sensación de latidos irregulares, aunque sean leves y no te causen angustia
  • Fatiga inexplicable o cansancio crónico, especialmente si no se relaciona con la actividad física o la falta de sueño
  • Falta de aliento o dificultad para respirar al realizar actividades que antes no te costaban esfuerzo
  • Mareos, aturdimiento o vértigos, sensación de inestabilidad o de que todo da vueltas
  • Síncope (desmayos) o pre-síncope, pérdida momentánea del conocimiento o sensación de desmayo inminente
  • Dolor o molestia en el pecho, especialmente si es recurrente o se asocia con otros síntomas
  • Hinchazón en las piernas o tobillos (edema), puede ser un signo de insuficiencia cardíaca, que puede ser exacerbada por arritmias

Si te identificas con alguno de los factores de riesgo mencionados, o si tienes dudas sobre tu salud cardiovascular, no esperes. Un chequeo médico completo, que podría incluir un ECG o un monitoreo más prolongado, puede proporcionar la tranquilidad o la detección temprana que necesitas.

Protege tu Corazón con los Expertos de Wisemed

En Wisemed, entendemos la importancia de la medicina preventiva y la detección temprana. El Dr. Juan Carlos Pérez, nuestro especialista en Medicina Interna, cuenta con la experiencia y la tecnología necesarias para diagnosticar y manejar estas arritmias «invisibles», protegiendo tu corazón y mejorando tu calidad de vida.

No permitas que el «ritmo invisible» de una arritmia ponga en riesgo tu futuro. Escucha a tu cuerpo y consulta a los expertos. Tu corazón es tu vida, y merece ser cuidado con la máxima atención.

Agenda tu consulta con el Dr. Juan Carlos Pérez en Wisemed
📍 Plaza Helios, San Cristóbal, Mixco
📞 Contáctanos hoy mismo para programar tu evaluación cardiovascular

Tu salud cardiovascular es demasiado importante para dejarla al azar. Confía en la experiencia de nuestros especialistas.

Agenda una cita