Si hace poco te hicieron análisis de sangre y los resultados mostraron triglicéridos elevados, es normal que sientas preocupación. Tranquilo, no estás solo en esto. Los triglicéridos altos son más comunes de lo que imaginas, y aunque representan un factor de riesgo importante para tu salud cardiovascular, la buena noticia es que en la mayoría de los casos se pueden controlar con cambios en el estilo de vida y el acompañamiento médico adecuado.
En este artículo te explicaré de manera clara y cercana todo lo que necesitas saber sobre los triglicéridos: qué son exactamente, por qué se elevan, qué síntomas pueden causar, cuáles son los riesgos si no los tratamos y, lo más importante, cómo puedes bajarlos de forma natural a través de una alimentación consciente y hábitos saludables.
¿Qué son los triglicéridos y por qué deberías prestarles atención?
Imaginemos por un momento que tu cuerpo es como una despensa muy bien organizada. Los triglicéridos serían como las reservas de energía que guardas «por si acaso», similar a cuando almacenas alimentos no perecederos en tu cocina. Son el tipo de grasa más común en nuestro organismo y cumplen una función vital: proporcionarnos energía cuando la necesitamos.
Cuando comes, tu cuerpo convierte las calorías que no necesita inmediatamente en triglicéridos, los cuales se almacenan en las células grasas. Más tarde, las hormonas liberan estos triglicéridos para darte energía entre comidas. Este es un proceso completamente normal y necesario.
El problema surge cuando los niveles de triglicéridos en sangre se mantienen persistentemente altos. Los valores normales deben estar por debajo de 150 mg/dL (miligramos por decilitro). Cuando superan los 200 mg/dL, ya hablamos de niveles altos, y por encima de 500 mg/dL se consideran muy altos y requieren atención médica inmediata.
¿Por qué es importante prestar atención a estos números? Porque los triglicéridos altos, especialmente cuando se combinan con otros factores como colesterol alto o presión arterial elevada, aumentan significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, las cuales siguen siendo una de las principales causas de muerte a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud.

¿Qué causa los triglicéridos altos?
Entender las causas de los triglicéridos altos es el primer paso para poder controlarlos. Aunque cada persona es única, existen factores comunes que contribuyen a su elevación:
Alimentación rica en azúcares y grasas refinadas
La causa más frecuente de triglicéridos elevados está directamente relacionada con lo que comes. Cuando tu dieta incluye regularmente alimentos altos en azúcares simples, harinas refinadas y grasas trans, tu hígado trabaja tiempo extra convirtiendo estos excesos en triglicéridos.
Los alimentos que más contribuyen a esta elevación incluyen: refrescos y bebidas azucaradas, dulces y postres, pan blanco y productos de panadería, frituras y comida rápida, y alcohol (especialmente cerveza y licores dulces).
Sedentarismo y falta de actividad física
Tu cuerpo está diseñado para moverse. Cuando llevas una vida sedentaria, no quemas la energía almacenada en forma de triglicéridos, por lo que estos se acumulan en tu torrente sanguíneo. La actividad física regular no solo ayuda a quemar estos triglicéridos, sino que también mejora la capacidad de tu cuerpo para procesarlos eficientemente.
Sobrepeso y obesidad
El exceso de peso corporal, especialmente la grasa abdominal, está estrechamente relacionado con niveles altos de triglicéridos. Según estudios de la American Heart Association, las personas con obesidad tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar hipertrigliceridemia.
Enfermedades subyacentes
Ciertas condiciones médicas pueden elevar tus triglicéridos:
- Diabetes tipo 2: Cuando el azúcar en sangre está mal controlada, el cuerpo tiende a producir más triglicéridos
- Hipotiroidismo: Una tiroides lenta afecta el metabolismo de las grasas
- Síndrome metabólico: Una combinación de factores que incluye resistencia a la insulina
- Enfermedad renal crónica: Afecta la capacidad del cuerpo para procesar las grasas
Medicamentos
Algunos medicamentos pueden elevar los triglicéridos como efecto secundario, incluyendo ciertos diuréticos, betabloqueadores, esteroides y medicamentos para el VIH.
Factores genéticos
En algunos casos, los triglicéridos altos pueden ser hereditarios. Si tienes antecedentes familiares de problemas cardiovasculares o triglicéridos elevados, es importante que te hagas chequeos regulares.
Síntomas de triglicéridos altos: lo que podrías sentir (o no)
Aquí viene algo que puede sorprenderte: en la mayoría de los casos, los triglicéridos altos no causan síntomas evidentes. Es lo que los médicos llamamos una «condición silenciosa», similar a la presión arterial alta. Podrías tener niveles muy elevados durante años sin sentir nada fuera de lo normal.
Esta característica asintomática es precisamente lo que hace peligrosos a los triglicéridos altos: como no duelen ni causan molestias obvias, muchas personas no se dan cuenta de que tienen un problema hasta que se hacen análisis de rutina o, en el peor de los casos, hasta que desarrollan complicaciones serias.
Síntomas cuando los niveles son muy altos
Sin embargo, cuando los triglicéridos superan los 500 mg/dL, algunas personas sí pueden experimentar síntomas:
Dolor en el pecho: Puede ser una sensación de presión o molestia que se confunde fácilmente con problemas digestivos o estrés.
Fatiga inexplicable: Te sientes cansado sin razón aparente, incluso después de haber descansado bien.
Mareos o sensación de aturdimiento: Especialmente al cambiar de posición rápidamente.
Inflamación abdominal: Sensación de hinchazón o distensión que no se relaciona claramente con lo que has comido.
Síntomas en la piel
Uno de los signos más visibles de triglicéridos muy altos son los xantomas, pequeños depósitos de grasa que aparecen como protuberancias amarillentas en la piel, especialmente alrededor de los ojos, los codos, las rodillas o las manos. Aunque no son dolorosos, su presencia indica que los niveles de grasa en sangre están peligrosamente altos.
Síntomas relacionados con complicaciones
Si los triglicéridos han estado elevados durante mucho tiempo sin tratamiento, podrían aparecer síntomas relacionados con complicaciones:
- Dolor severo en el abdomen (puede indicar pancreatitis)
- Cambios en la visión
- Entumecimiento u hormigueo en manos y pies
Es importante recordar que estos síntomas también pueden estar relacionados con otras condiciones médicas. Por eso, si experimentas cualquiera de estos signos, es fundamental que consultes con un profesional de la salud para una evaluación completa.
¿Qué pasa si tengo los triglicéridos altos? Riesgos para tu salud
Entiendo que saber que tienes triglicéridos elevados puede generar ansiedad. Es normal sentir preocupación cuando recibimos noticias sobre nuestra salud que no esperábamos. Sin embargo, quiero tranquilizarte: aunque los triglicéridos altos representan riesgos serios, estos riesgos son prevenibles y tratables cuando se abordan a tiempo y de manera adecuada.
Mayor riesgo cardiovascular
El principal riesgo de tener triglicéridos altos es el aumento en la probabilidad de desarrollar enfermedades del corazón. Cuando los triglicéridos se mantienen elevados en el tiempo, contribuyen a la formación de placas en las arterias, un proceso llamado aterosclerosis.
Estas placas hacen que las arterias se vuelvan más estrechas y rígidas, lo que puede llevar a:
- Infarto al miocardio
- Accidente cerebrovascular
- Enfermedad arterial periférica
Según investigaciones publicadas en el Journal of the American Heart Association, las personas con triglicéridos por encima de 200 mg/dL tienen un riesgo 30% mayor de sufrir eventos cardiovasculares comparado con quienes mantienen niveles normales.
Pancreatitis aguda
Cuando los triglicéridos superan los 500 mg/dL, existe un riesgo significativo de desarrollar pancreatitis aguda, una inflamación severa del páncreas que puede ser muy dolorosa y potencialmente mortal. Los síntomas incluyen dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos y fiebre. Esta es una emergencia médica que requiere hospitalización inmediata.
Síndrome metabólico
Los triglicéridos altos frecuentemente se presentan junto con otros factores que conforman el síndrome metabólico:
- Presión arterial alta
- Azúcar en sangre elevada
- Exceso de grasa abdominal
- Colesterol HDL («bueno») bajo
Tener síndrome metabólico aumenta dramáticamente el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Enfermedad hepática
Los triglicéridos altos pueden contribuir al desarrollo de hígado graso no alcohólico, una condición donde se acumula grasa en el hígado sin estar relacionada con el consumo de alcohol. Si no se trata, puede progresar a cirrosis hepática.
Impacto en la calidad de vida
Más allá de los riesgos médicos específicos, los triglicéridos altos pueden afectar tu calidad de vida de maneras sutiles pero importantes. Muchas personas reportan sentirse más fatigadas, tener menos energía para las actividades que disfrutan, y experimentar una sensación general de no sentirse «del todo bien».
La buena noticia es que todos estos riesgos son largamente prevenibles. Con los cambios apropiados en el estilo de vida y, cuando sea necesario, el tratamiento médico adecuado, puedes reducir significativamente estos riesgos y volver a sentirte como la mejor versión de ti mismo.
Dieta para triglicéridos altos: qué comer y qué evitar
Llegamos a la parte que probablemente más te interesa: ¿qué puedes hacer concretamente para bajar tus triglicéridos? La alimentación es tu herramienta más poderosa, y te aseguro que no tienes que resignarte a una vida de comida insípida y restrictiva. Se trata de hacer elecciones inteligentes que nutran tu cuerpo y le den lo que necesita para funcionar de manera óptima.
Alimentos que son tus aliados
Avena y cereales integrales: Comienza tu día con avena, quinoa o cereales integrales. La fibra soluble que contienen ayuda a reducir la absorción de grasas y azúcares. Una taza de avena en el desayuno puede hacer una diferencia notable en tus niveles.
Pescados ricos en omega-3: El salmón, las sardinas, el atún, las truchas y las anchovetas son auténticos tesoros nutricionales. Los ácidos grasos omega-3 tienen un efecto directo en la reducción de triglicéridos. Intenta consumir pescado graso al menos 2-3 veces por semana.
Frutas con fibra: Las manzanas, peras, bayas, naranjas y otras frutas ricas en fibra no solo son deliciosas, sino que ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre y proporcionan antioxidantes que protegen tu sistema cardiovascular.
Vegetales de hoja verde y crucíferos: Espinacas, brócoli, col rizada, acelgas y coles de Bruselas están cargados de nutrientes que apoyan la función hepática y ayudan al cuerpo a procesar las grasas de manera más eficiente.
Aceite de oliva extra virgen: Rico en grasas monoinsaturadas y antioxidantes, es una excelente opción para cocinar y aliñar ensaladas.
Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, semillas de chía y linaza (en pequeñas cantidades) proporcionan grasas saludables y fibra.
Legumbres: Frijoles, lentejas, garbanzos y habas son fuentes excelentes de proteína vegetal y fibra soluble.
Alimentos que debes limitar o evitar
Azúcares refinados y dulces: Los refrescos, jugos comerciales, dulces, pasteles y postres ricos en azúcar son convertidos rápidamente en triglicéridos por tu hígado.
Harinas refinadas: Pan blanco, pasta regular, galletas y productos de panadería comercial causan picos de azúcar en sangre que se convierten en triglicéridos.
Grasas trans y frituras: Margarina, comida rápida, papas fritas, pollo frito y cualquier alimento que contenga aceites hidrogenados parcialmente.
Alcohol: Especialmente problemático para los triglicéridos. El alcohol se metaboliza directamente en el hígado y se convierte fácilmente en triglicéridos.
Carnes procesadas: Salchichas, jamones, embutidos y carnes ahumadas contienen grasas saturadas y sodio en exceso.
Plan práctico de alimentación
Desayuno: Avena con frutas frescas y un puñado de nueces, o un smoothie con espinacas, berries y semillas de chía.
Almuerzo: Ensalada grande con vegetales variados, pescado a la plancha, aceite de oliva y una porción moderada de quinoa o arroz integral.
Cena: Vegetales al vapor, pechuga de pollo o pescado al horno, y una pequeña porción de legumbres.
Snacks: Frutas frescas, un puñado pequeño de frutos secos, o vegetales crudos con hummus.
Consejos adicionales
- Reduce el tamaño de las porciones gradualmente
- Come despacio y mastica bien
- Bebe mucha agua durante el día
- Evita comer 3 horas antes de dormir
- Cocina más en casa para tener control sobre los ingredientes
Recuerda que los cambios sostenibles son graduales. No intentes cambiar todo de una vez. Comienza implementando una o dos modificaciones por semana hasta que se conviertan en hábitos naturales.

Triglicéridos y colesterol: ¿es lo mismo? ¿qué relación tienen?
Es muy común que las personas confundan triglicéridos y colesterol, o piensen que son la misma cosa. Te entiendo perfectamente: ambos aparecen en los mismos análisis de sangre, ambos están relacionados con la salud del corazón, y cuando uno está alto, el otro frecuentemente también lo está. Pero aunque están conectados, son sustancias diferentes con funciones distintas en tu cuerpo.
Las diferencias fundamentales
El colesterol es una sustancia cerosa que tu cuerpo necesita para producir hormonas, vitamina D y ácidos biliares que ayudan a digerir las grasas. Imagínalo como los ladrillos que tu cuerpo usa para construir y mantener las membranas celulares. Hay dos tipos principales: el HDL (colesterol «bueno») que ayuda a limpiar las arterias, y el LDL (colesterol «malo») que puede acumularse en las paredes arteriales.
Los triglicéridos, por otro lado, son principalmente una forma de almacenamiento de energía. Son como el combustible que tu cuerpo guarda en el tanque para usar cuando lo necesite. Cuando comes más calorías de las que quemas, especialmente de carbohidratos y azúcares, tu cuerpo convierte este exceso en triglicéridos.
La conexión entre ambos
Aunque son diferentes, triglicéridos y colesterol están íntimamente relacionados a través del metabolismo de las grasas. Cuando tienes triglicéridos altos, frecuentemente también tienes:
- Colesterol HDL (bueno) bajo
- Colesterol LDL pequeño y denso (más peligroso)
- Mayor resistencia a la insulina
Esta combinación es particularmente problemática porque crea un perfil de riesgo cardiovascular alto. Es como si varios factores se aliaran en contra de la salud de tus arterias.
Síntomas de colesterol y triglicéridos altos
Al igual que los triglicéridos altos, el colesterol elevado generalmente no causa síntomas hasta que se desarrollan complicaciones serias. Sin embargo, cuando ambos están elevados simultáneamente, el riesgo cardiovascular se multiplica exponencialmente.
Los signos de alarma que podrían indicar problemas con ambos incluyen:
- Dolor en el pecho, especialmente con el esfuerzo
- Fatiga inexplicable
- Dificultad para respirar
- Xantomas (depósitos de grasa bajo la piel)
- Dolor en las piernas al caminar (claudicación)
Cómo mejorar ambos parámetros
La buena noticia es que las estrategias para mejorar los triglicéridos frecuentemente también mejoran el perfil de colesterol:
Ejercicio regular: Aumenta el HDL (colesterol bueno) y reduce los triglicéridos Dieta rica en fibra: Ayuda a reducir el colesterol LDL y estabilizar los triglicéridos Grasas omega-3: Benefician tanto los triglicéridos como el colesterol Pérdida de peso: Mejora ambos parámetros significativamente Reducción del estrés: Impacta positivamente en todo el perfil lipídico
Cuándo preocuparse
Según las guías de la American College of Cardiology, la combinación de triglicéridos por encima de 200 mg/dL y colesterol LDL por encima de 130 mg/dL requiere intervención activa, especialmente si tienes otros factores de riesgo como diabetes, presión arterial alta, o antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.
Conclusión: Tu camino hacia la recuperación
Si has llegado hasta aquí, felicidades. Has dado el primer paso más importante: educarte sobre tu condición. Tener triglicéridos altos no es una sentencia, es una oportunidad para tomar control de tu salud y hacer cambios que no solo bajarán tus niveles, sino que mejorarán tu calidad de vida en general.
Recuerda que cada pequeño cambio cuenta. No tienes que transformar tu vida de la noche a la mañana. Comienza con modificaciones graduales: tal vez reemplazar un refresco diario por agua, caminar 15 minutos más cada día, o incluir más vegetales en una comida. Estos pequeños pasos se suman a grandes resultados.
Los triglicéridos altos responden muy bien a los cambios en el estilo de vida. Con una alimentación consciente, ejercicio regular, mantenimiento de un peso saludable y el apoyo médico adecuado, puedes lograr y mantener niveles saludables.
Tu salud cardiovascular es una inversión a largo plazo en tu futuro, en tus seres queridos, y en todos los momentos hermosos que aún tienes por vivir. No estás solo en este camino, y cada día que eliges cuidarte es un día que eliges una vida más plena y saludable.
¿Tienes los triglicéridos altos o sospechas que podrías tenerlos?
Agenda tu cita con el Dr. Juan Carlos Pérez, médico internista en WiseMed Guatemala.
El Dr. Pérez es médico internista graduado de la Universidad San Carlos de Guatemala, con un máster en Infección por VIH de la Universidad Rey Juan Carlos de España. Cuenta con más de 20 años de experiencia en el tratamiento hospitalario y ambulatorio de personas con enfermedades crónicas, condiciones complejas y diagnósticos difíciles.
Además, ha trabajado en investigación clínica durante más de una década y atiende actualmente a pacientes con COVID prolongado o persistente.
Referencias bibliográficas: